La puerta de nuestro garaje es algo que, aunque muchas veces no le demos la importancia que tiene, debemos tener muy en consideración, ya que en muchas ocasiones se trata de un acceso más a la vivienda que debe estar dotada de la misma seguridad que la puerta principal. Y además del aspecto de seguridad, también debemos tener en cuenta otros como el estético, o el funcional.
Y partiendo de esto, ¿cuál sería el mecanismo que debemos elegir?. Pues como hemos dicho, partiendo de la seguridad, consideraremos también el tipo de acceso, nuestros gustos, y cómo no, cuánto queremos invertir en ello.
¿Qué tipos de puertas hay?
Ahora, partiendo de ello, en el mercado encontraremos seis tipos diferentes de puertas según el mecanismo utilizado para su apertura:
- Las puertas abatibles se abren hacia dentro, normalmente en ángulo de 90 grados.
- Las puertas seccionales están compuestas por varios paneles que se recogen de manera vertical bajo el techo del garaje. Ideales para ahorrar espacio.
- Las puertas basculantes constan de dos hojas que se pliegan entre sí de forma vertical. Necesitan un poco más de espacio que las anteriores para permitir una correcta apertura.
- Las puertas correderas se abren desplazándose lateralmente sobre un raíl.
- Las puertas enrollables funcionan de manera similar a una persiana, recogiéndose en un rodillo en la parte superior.
- Las puertas batientes son las más habituales, y su funcionamiento es muy similar a las puertas convencionales que tenemos en casa, mediante una bisagra en el lateral.
¿Cómo elegir nuestra puerta de garaje?
Recomendamos tener en cuenta cuatro consideraciones:
- Estética. Que se basará en nuestro gusto personal, y el tipo de casa. No será lo mismo si nuestra vivienda es de tipo rústico, o por el contrario es un acabado modernista.
- Espacio disponible. Porque no es lo mismo instalar una puerta en una entrada de una finca, que en un garaje comunitario en el que el espacio de entrada se limita a un simple pasillo.
- Material. Normalmente las puertas suelen elaborarse en madera, acero, o aluminio. En este caso deberemos tener en cuenta no sólo el aspecto de la vivienda, o el espacio. También deberemos considerar si necesitará materiales resistentes por exposición a la intemperie, por ejemplo.
- Presupuesto. Muchas veces consideramos este aspecto en primer lugar, pero puede llegar a ser un error. Es conveniente que tengamos en cuenta el uso que le vamos a dar a la puerta, y pensar que en ocasiones una instalación demasiado económica puede salir cara, a la larga, por el deterioro de unos materiales de baja calidad.
En Accesso1 te ayudamos, y te damos el mejor asesoramiento a la hora de elegir la mejor opción, teniendo en cuenta estos aspectos indicados anteriormente.